Mamma mia!

Berlusconi polémico. Algunos detractores lo caracterizan como el nuevo Benitto Mussolini



El fascismo del siglo XXI. La reciente aprobación de la ley anti-inmigrantes, por parte del Parlamento italiano de Silvio Berlusconi, es una clara demostración que la xenofobia esta de moda en Europa. No solo permitirá multar y expulsar al inmigrante ilegal del país, sino que avala la formación de grupos civiles para la caza de brujas y castigar con hasta tres años de cárcel a los residentes que den trabajo o alquile una vivienda a un indocumentado.

Desde el triunfo de Il Cavaliere, el panorama político y social italiano era claro. Las tareas más imperiosas de su mandato son consigliar un norte separatista y un sur sumergido en la corrupción, mientras debe encargarse de los inmigrantes ilegales en la región.


El chivo expiatorio


Es necesario comprender la vuelta al poder de Berlusconi y sus medidas inmigratorias como un proceso en donde juegan varios factores socioeconómicos y no como un simple auge de la Liga del Norte y las ideas xenófobas. Durante décadas, la economía italiana utilizó la devaluación para obtener competitividad frente a economías europeas más desarrolladas. Esto acarreo un engrosamiento del déficit publico que exploto con la entrada en el euro. Al no poder utilizar más este método, la industria italiana recibió un golpe fulminante y comenzaron las privatizaciones de las principales empresas estatales bajo la tutela liberal del mismísimo Cavaliere.

Frente a este conflicto económico, los sectores derechistas buscaron un chivo expiatorio y lo encontraron al responsabilizar a los inmigrantes como causa de todas sus penas. Al igual que ocurrió en Argentina durante los años noventa. En su mayoría, los perseguidos son rumanos y africanos, y hasta se han producido quemas de asentamientos romaní en Nápoles. Estos no fueron los únicos hechos de intolerancia en los últimos años. Sin ir más lejos, en el 2007, el "Grupo Armado para la Purificación Étnica" (GAPE) se responsabilizo de un incendio en el que fuero asesinados cuatro niños rumanos de entre 4 y 11 años.

En las últimas elecciones nacionales italianas, la gran ganadora fue la ultraderechista y xenófoba Liga del Norte, liderada por Umberto Bossi, quien amenazó con tener "300.000 hombres armados preparados a marchar sobre Roma" para liberar al norte rico de un "Estado delincuente". Bossi recibió más de 3 millones de votos y fue fundamental el apoyo que brindo a Silvio Berlusconi en su vuelta al poder. Pero al mismo tiempo, le generó un dolor de cabeza a Il Cavaliere, ya que su llegada al poder también esta avalada por los votos pobres del sur italiano.

En este panorama, el Partido Democrático de Walter Veltroni es la segunda fuerza política dando lugar al bipartidismo por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, salvo las regiones que apoyan a las huestes de Bossi. Con la izquierda dura desterrada de la vida política italiana, perdió todos sus senadores y diputados, el futuro de Italia queda en manos de un Berlusconi envuelto en escándalos sexuales, leyes xonóbas y los residuos de mafia institucionalizada.












0 comentarios: